Un equipo internacional de científicos ha encontrado un nuevo género y especie de gusano marino (poliqueto) que utiliza una sorprendente táctica de defensa: imita a un grupo de babosas de mar (nudibranquios) con las que convive y que se caracterizan, entre otras cosas, por tener colores vivos que alertan de sus defensas químicas.

La estrategia permite al gusano ahuyentar a los depredadores, que le atribuyen una toxicidad que, en realidad, no tiene. El descubrimiento del animal conlleva otra importante novedad: es la primera vez que se detecta esta táctica de mimetismo entre los anélidos, el grupo de gusanos segmentados que incluye los poliquetos.

La investigación la ha llevado a cabo personal investigador de las Universidades de  Nagoya (Japón) y Sains (Malasia), del Instituto de Ecología y Evolución de la Academia Rusa de Ciencias (Moscú, Rusia), y del Centro de ‘Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC, Catalunya, España). Ahora se han compartido sus resultados, en un artículo publicado en la revista Scientific Reports.

En la publicación, el equipo describe detalladamente el nuevo poliqueto. Se trata de un nuevo género y nueva especie de la familia Syllidae. El animal vive sobre corales en los fondos marinos de Vietnam y Japón y presenta adaptaciones morfológicas únicas como un bajo número de segmentos corporales (que contrasta con la alta segmentación del cuerpo anillado de la mayoría de anélidos), unas sedas ganchudas – típicas de los que viven asociadas a otros organismos- pero que mantiene siempre ocultas dentro del cuerpo, y unas antenas y apéndice grandes, con forma de huso y con una vívida coloración roja, blanca y amarilla. Estas características hacen que el poliqueto se asemeje a unos animales con los que convive, los nudibranquios.

Estos “vecinos” son moluscos sin caparazón, poseedores también de una coloración brillante que, en su caso, sirve para advertir a los depredadores. Mimetizándolos, el poliqueto consigue los mismos beneficios, incluyendo evitar ser comido, sin tener que invertir en los complejos mecanismos que permiten a los nudibranquios desarrollar sus defensas químicas.

Naoto Jimi, el investigador de la Universidad de Nagoya, en Japón, que ha liderado la investigación, explica que “mi trabajo me ha llevado a describir numerosos poliquetos para contribuir a entender la biodiversidad marina en Japón. En los últimos años me he centrado particularmente en aquellos que viven simbióticamente con corales y gorgonias. Fue durante uno de estos estudios que descubrí de forma inesperada este animal peculiar. También quisiera destacar que este descubrimiento no hubiera sido posible sin el apoyo y cooperación de miembros de la comunidad no científica, como los pescadores y buceadores locales”.

Daniel Martin, investigador experto en taxonomía del CEAB-CSIC y coautor del artículo científico, apunta que “conocemos bastantes poliquetos con patrones de colores vivos que, a menudo, mimetizan a los animales de donde viven como forma de camuflaje. Sin embargo, imitar tanto la coloración como los rasgos morfológicos para destacar y parecer protegido sin estarlo realmente representa una estrategia de adaptación completamente nueva y sin precedentes no sólo entre los poliquetos, sino entre todos los anélidos”.

Temir A. Britayev, también coautor del artículo y el primer investigador que descubrió un ejemplar de este nuevo poliqueto (en su caso en Vietnam) manifiesta: “Aunque hace ya casi 40 años que estudio los poliquetos, especialmente aquellos que viven asociados a otros animales, cuando vi por primera vez éste pensé que se trataba de un nudibranquio. No fue hasta que pudimos observarlo en detalle en los laboratorios que pudimos confirmar que se trataba de un poliqueto”.

La investigación colaborativa ha combinado técnicas clásicas de observación morfológica y ecológica con análisis moleculares. Todo ello ha demostrado que este gusano pertenece no sólo a una nueva especie, sino también a un nuevo género. Como nombre para el nuevo género, los investigadores han escogido “Cryptochaetosyllis”, destacando el hecho de que las quetas que caracterizan a todos los poliquetos en este caso están ocultas dentro del cuerpo (“cryptos” significa “escondido” en griego). Para el nombre de especie han escogido “imitatio” (que en latín quiere decir imitador/a), haciendo referencia a su mimetismo con los nudibranquios.

El equipo de investigación destaca que es la primera vez que se documenta un caso de este tipo de mimetismo involucrando a anélidos y nudibranquios. El hallazgo amplía la comprensión de la adaptación evolutiva y las estrategias ecológicas de los invertebrados marinos, y demuestra que presentan una complejidad equivalente o incluso superior a la de los organismos terrestres.

Al mismo tiempo, al descubrir un nuevo género y especie de animal, esta investigación vuelve a evidenciar la diversidad de la vida marina y el poco conocimiento que todavía tenemos de ella. En este sentido, la comunidad científica apunta que se calcula que puede haber hasta un millón de especies de eucariotas que viven en los mares y océanos, de las que sólo conocemos en torno a un 30%, y ese porcentaje es aún mucho mayor si consideramos a los procariotas. Por tanto, los responsables de este estudio subrayan la importancia de conocer los ecosistemas marinos y todos los organismos singulares que los habitan, para promover su preservación.

Referencia artículo:

Naoto Jimi, Temir A. Britayev, Misato Sako, Sau Pinn Woo, Daniel Martin. A new genus and species of nudibranch‑mimicking Syllidae (Annelida, Polychaeta). Scientífic Reports. https://doi.org/10.1038/s41598-024-66465-4

Comunicación CEAB-CSIC

Arriba, el poliqueto descubierto. Debajo, el nudibranquio que imita.
el poliqueto sobre coral.

Arriba, en la parte superior, el poliqueto descubierto y, debajo, el nudibranquio que imita. Imagen inferior, el poliqueto sobre coral. Fotos: O.V. Savinkin, N. Ueda y T.I. Antokhina