El 21 de abril hablamos con Pablo Rodríguez Ros, autor de Argonauta: peripecias modernas entre el océano y el cambio climático (2020), publicado por la editorial Raspabook. Pablo trabajó como investigador en el ICM-CSIC de Barcelona y actualmente es asesor en el gabinete de Teresa Ribera Rodríguez, vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Durante una de las campañas oceanográficas en las que participó, Pablo escribió un blog en el que fue documentando a modo de diario lo que iba ocurriendo. Al terminar la campaña tenía mucha información e historias que podían ampliarse.

Fue a raíz de una entrevista que realizó en la radio, en Murcia, cuando la editorial independiente Raspabook se interesó por su trabajo y le planteó la idea de escribir un libro. Al principio este nuevo proyecto le resultó duro, ya que de alguna forma el escribir un libro le obligó a “reaprender a escribir”.

La concepción de la obra

Para Argonauta Pablo decidió basarse en toda su carrera previa desde los 19 años, que comenzó a trabajar en Cartagena, hasta los 29, cuando termina el doctorado.

Durante la selección del título, que fue lo último que decidió, nos cuenta que descubrió en los “argonautas” un curioso símil con la ciencia. Tras hablar con un amigo al que le gusta la mitología griega, y al leer sobre ellos, descubrió que estos argonautas eran aquellos a los que enviaban en misiones imposibles a realizar una determinada tarea. La moraleja de la historia es que al final siempre lograban su cometido, pero no de manera individual, sino porque trabajaban en equipo, tenían suerte y encontraban aliados inesperados por el camino.

En la ciencia, nos cuenta, sucede algo parecido, pues los investigadores hacen frente, en equipo, a retos científicos que parecen imposibles y encuentran en el proceso aliados inesperados para finalmente conseguir llegar a la meta. “Por tanto, los científicos, en general, no solo los que van en barco, serían hoy esos argonautas”.

En cuanto al contenido, Pablo quería escribir un libro diferente, para lo que se preguntó qué valor podía aportar. Este valor lo encontró en su experiencia personal y en temas en los que él había trabajado. “Me decidí a escribirlo porque tenía muchas vivencias personales que contar que están entremezcladas con ciencia y naturaleza”.

Este no es el libro adecuado si lo que uno quiere hacer es profundizar sobre los océanos. Lo que aquí encontrarán los lectores será una obra llena de experiencias que sirven para hilar conceptos distintos sobre ecosistemas terrestres, marinos y sobre cómo se estudian y trabajan. Según su autor, Argonauta “no es un libro de divulgación científica, pero es un libro que divulga ciencia”. 

“Nuevo” género en castellano y catalán

Hay muy pocos libros de temática oceanográfica que se centren en la experiencia en lengua castellana o catalana, pero en lengua anglosajona este tipo de obras se encuadran dentro del género nature writing. “Tenía miedo de que tuviera poco mercado por este motivo, pero ha sido todo lo contrario”. 

Además, le llama la atención que le haya escrito mucha más gente de fuera de la ciencia que de dentro; no esperaba que fuera a llegar también a este grupo y precisamente el motivo por el que lo leen son las vivencias. A través de éstas, se van introduciendo conceptos científicos y el lector sin darse cuenta va aprendiendo.

Otros formatos para divulgar la ciencia 

Para él los formatos en los que se puede divulgar dependen del propio investigador: cada uno puede divulgar de la forma que quiera. Pablo lo ha hecho de la forma que le parecía más fácil: escribir y dar charlas. Además, en su trabajo actual también divulga, ya que trata con gente de toda índole, por lo que en las reuniones tiene que tratar muchos temas de una manera accesible. Para él la divulgación es precisamente eso: la transmisión del conocimiento de manera accesible y no experta.

Está convencido de que no todos los investigadores tienen que divulgar, pero toda la información científica, sobre todo si está financiada con fondos públicos, debe divulgarse.

También incide en que una mala divulgación es peor que una no divulgación. Por ello, se ha dedicado a divulgar dentro de su ámbito de estudio y le ha ido bien así. «Cuanto más difícil es tu tema, por ejemplo, más te esfuerzas en transmitirlo y si eres capaz de hacerlo y llegar a la gente, es cuando de verdad aprendes a divulgar».

Los beneficios de Argonauta irán destinados a la recuperación del Mar Menor, ya que Pablo quería que el libro revirtiera en el lugar en el que comenzó a trabajar. Así el libro sirve también para visibilizar el problema que sufre esta zona y hace que salga de la divulgación y entre en el activismo.

Lydia Gallego Barco / Comunicación y Divulgación CSIC Cataluña

Libro Argonauta