Impulsor de centros como el ICMAB-CSIC, que fundó y dirigió durante 21 años, así como el ICN2 (Generalitat de Catalunya, CSIC, UAB) y la AIE MATGAS (Air Products, CSIC, UAB).  Referente en la gestión de la investigación, Miravitlles tenía una perspicaz visión de futuro y una gran habilidad para impulsar proyectos de gran envergadura que han llevado la investigación científica de Cataluña a primera línea

Carles Miravitlles, profesor de investigación del CSIC, y uno de los actores primordiales en el impulso de la investigación en Cataluña, ha fallecido este domingo 16 de abril, a la edad de 80 años.

Nacido en Barcelona el 9 de septiembre de 1942, fue una figura esencial en el impulso de la ciencia en Cataluña y en la creación de diferentes centros de investigación, entre ellos y especialmente el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB), del cual fue fundador y director durante 21 años, y al que estuvo vinculado durante la mayor parte de su carrera científica.

Carles Miravitlles se doctoró en farmacia, e inició su carrera científica como cristalógrafo en la Universidad de Barcelona (UB), pasando posteriormente al CSIC, concretamente al Instituto de Ciencias de la Tierra “Jaume Almera” (actualmente Geociències Barcelona) y más tarde al Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB), al cual estaba todavía vinculado.

Su interés científico se centraba en la cristalografía estructural y la difracción de rayos X, principalmente en métodos directos para resolver estructuras cristalinas.

Además de su interés por la investigación científica, en la segunda mitad de los años 80 conjuntó una visión estratégica y una gran capacidad de trabajo para crear e impulsar el ICMAB a la primera división mundial de la investigación en Ciencia de Materiales.

Fue capaz de movilizar esta disciplina emergente, anticipándola dentro del CSIC, y consiguiendo que se crearan cuatro nuevos Institutos de Ciencia de Materiales en España y promoviendo después de que existiera un “Plan Nacional de Ciencia de Materiales”.

«La deuda que tenemos con él va, pues, mucho más allá de la comunidad del ICMAB y se extiende a toda la comunidad científica en este ámbito», afirman desde el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB).

Por otro lado, un acierto de Carles Miravitlles fue promover un nuevo centro de investigación del CSIC en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, ​​con la visión clara de que la investigación debía establecerse en colaboración con las universidades. Así constituyó la semilla que después convirtió este campus en uno de los mayores núcleos de investigación del sur de Europa.

Científicos que le conocieron destacan que la capacidad de Carles Miravitlles para atraer talento diverso, convencer a los dirigentes políticos e institucionales para poner en marcha operaciones de gran envergadura era estimulante. “Y ésta es la herencia que nos ha dejado: la pasión por la excelencia, la internacionalización y la ambición científica que nos ha llevado a ser reconocidos en dos ocasiones como centro Severo Ochoa en el área de los materiales funcionales avanzados”, comunican desde el ICMAB.

Delegado del CSIC en Cataluña de 1987 a 1992

Miravitlles también fue Delegado del CSIC en Cataluña, de 1987 a 1992, cargo desde el cual promovió las relaciones institucionales entre el gobierno estatal y la Generalitat de Catalunya. Más tarde, su contribución fue esencial para que el CSIC creara un nuevo centro de investigación en Nanociencia y Nanotecnología, que acabó convirtiéndose en el actual Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2).

También, impulsó la creación de la Agrupación de Interés Económico MATGAS, con participación de “Carburos Metálicos”, el CSIC y la UAB, para conseguir la colaboración con empresas con capacidad de llevar a cabo investigación en el campus.

Después de dejar la dirección del ICMAB, aceptó ser el director del Instituto Eduardo Torroja en Madrid (2008-2009) con el fin de modernizar y reordenar el centro. Finalmente, Carles Miravitlles volvió al ICMAB, y hasta hace muy pocos días iba regularmente al centro.

Carles Miravitlles fue presidente del Comité Español de Cristalografía, y desde 1993 miembro numerario de la Real Academia de Artes y Ciencias de Barcelona, ​​de la que también fue vicesecretario. Fue miembro de la Sección de Química de la Academia Europea, presidente de la Feria Expominer, y académico de la Real Academia de Farmacia de Cataluña desde 2016. En 1992 recibió la Medalla Narcís Monturiol en el mérito científico de la Generalitat de Catalunya, por su dedicación al estudio de los nuevos materiales y por las aportaciones a los campos de la cristalografía.

Todos los que le conocieron destacan sus cualidades humanas, que le acompañaron toda la vida y que todo el mundo reconocía. Se distinguía por tener un talante positivo, amable con todos, tanto si compartía su opinión como si no, y guardando siempre un cierto grado de ironía y de socarronería sobre las estructuras de gestión de la investigación y la administración, tanto estatal como autonómica. Sin embargo, su dominio de las relaciones humanas a todos los niveles y de las estructuras políticas le convirtieron en un líder incontestable entre los gestores de la investigación.

ICMAB / Comunicación CSIC Cataluña

Carles Miravitlles (ICMAB-CSIC)
Carles Miravitlles, primero por la derecha, mostrando las instalaciones en la inauguración del edificio del ICMAB, en 1991.

Carles Miravitlles (ICMAB-CSIC). Debajo, Carles Miravitlles, primero por la derecha, mostrando las instalaciones en la inauguración del edificio del ICMAB, en 1991.