Este proyecto pionero reúne a 18 socios de 20 instituciones y 11 países europeos. El objetivo es avanzar en la comprensión de los efectos combinados de los contaminantes y el cambio climático en diversos entornos marinos.
El Instituto de Diagnóstico Ambiental e Investigación del Agua (IDAEA), el Instituto de Ciencias del Mar (ICM) y el Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información (ITEFI), todos ellos pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), coordinarán «One Blue», una iniciativa transformadora financiada por la Unión Europea (UE) que evaluará de forma exhaustiva los contaminantes de preocupación emergente (CEC, siglas del inglés ‘contaminants of emerging concern’) y su impacto en los ecosistemas marinos.
Este proyecto pionero reúne a un consorcio de 18 socios de 20 instituciones y 11 países europeos. con el objetivo central de avanzar en la comprensión de los efectos combinados de los CEC y el cambio climático en diversos entornos marinos. El proyecto, que se desarrollará hasta 2027, se enfocará en el Océano Atlántico, el Océano Ártico y el Mar Mediterráneo.
Entre los principales objetivos del proyecto se encuentran la realización de evaluaciones holísticas de los CEC, centrándose en sus concentraciones, perfiles, destino, comportamiento y efectos. Simultáneamente, se desarrollarán tecnologías innovadoras para el monitoreo de estos contaminantes en el océano y la formulación de directrices de seguridad y protocolos de seguimiento para futuras evaluaciones.
Maria Montserrat Sala, investigadora del ICM-CSIC y una de las coordinadoras del proyecto, subraya: «El proyecto ofrece una oportunidad única para evaluar las repercusiones que graves amenazas como el cambio climático y la contaminación suponen para la salud de los océanos».
A través de estudios controlados en mesocosmos marinos, «One Blue» pretende desentrañar las complejas interacciones entre el cambio climático y los contaminantes en los ecosistemas marinos, proporcionando conocimientos fundamentales para futuras estrategias de gestión ambiental.
«Además de la evaluación exhaustiva de los CEC, el proyecto introducirá tecnologías innovadoras como la detección autónoma a distancia de antibióticos, el desarrollo de un sistema ultrasónico para la concentración de microplásticos del agua de mar y la creación de un sistema de apoyo a la toma de decisiones como alerta temprana», afirma la investigadora de IDAEA-CSIC Marinella Farré, coordinadora del proyecto.
Dispositivos lab-on-a-chip para detectar microplásticos
Por su parte, Itziar González, co-coordinadora del proyecto, destaca que «sistemas pioneros de detección y cuantificación de microplásticos en el mar de tamaños comprendidos entre 1 micra y 50 micras, serán viables en dispositivos lab-on-chip desarrollados en el marco del proyecto».
Con todo, «One Blue» pretende aportar soluciones innovadoras que respalden la aplicación de las políticas de la UE, incluyendo el desarrollo de metodologías de nuevo enfoque para mejorar la evaluación de la ecotoxicidad de los CEC en los ecosistemas marinos.
La amplia difusión de los resultados del proyecto y el establecimiento de un plan de explotación de las tecnologías desarrolladas son componentes integrales del compromiso de «One Blue» para garantizar su aplicación efectiva y contribuir a la gestión marina sostenible.
Así, «One Blue» representa un avance significativo para abordar los desafíos planteados por los contaminantes emergentes y sus interacciones con el cambio climático en los ecosistemas marinos y pone de relieve el compromiso de la UE con los avances científicos que contribuyan a la gestión sostenible y la preservación del océano.
Comunicación ICM-CSIC

En la imagen, un tiburón. Autor: Isaias Cruz – Mako Paco (Observadores del Mar).