Un estudio de 1290 sociedades preindustriales, realizado por el CSIC y la Universidad de Burgos, replantea cómo los tópicos han condicionado el modo de interpretar los restos arqueológicos y han condicionado nuestra visión del pasado.

El estudio, publicado en la revista PLOS ONE, se ha elaborado a partir de datos etnográficos de los siglos XIX y XX y se ha realizado para comprender la viabilidad y variabilidad de los sistemas en economías de subsistencia.

La investigación muestra que el peso de las economías mixtas es mayor, frente a visiones tradicionales centradas en la agricultura.

Un estudio interdisciplinar de 1290 sociedades preindustriales, realizado por la Institución Milá y Fontanals de Investigación en Humanidades del CSIC (IMF-CSIC) y la Universidad de Burgos (UBU), replantea los fundamentos teóricos de cómo se aborda la historia, es decir, de qué forma los tópicos han condicionado el modo de interpretar los restos arqueológicos y han condicionado nuestra visión del pasado.

Dicho estudio analiza cómo las economías de subsistencia preindustriales escogidas combinan las diferentes estrategias económicas: ganadería, pesca, caza, agricultura y recolección. Los datos etnográficos de las 1290 sociedades estudiadas se han extraído de la base de datos de acceso abierto D-PLACE. Algunos ejemplos de estas sociedades son los Kung-san, Masái, Inuit, Bara, o los Kalinago.

Estudios como el presente contribuyen a plantear nuevas preguntas en investigación más allá del binomio caza-recolección versus agricultura-ganadería que generalmente monopoliza el debate en torno a las economías prehistóricas.

Contraposición entre caza-recolección y agricultura-ganadería

Las economías preindustriales y las de subsistencia tradicionalmente se han entendido como una contraposición entre caza-recolección y agricultura-ganadería. Así, explica el equipo investigador, la agricultura es vista como parte de un proceso inevitable (propio de una cultura más avanzada), en contraposición a la caza, considerada como propia de grupos sociales “no evolucionados». Este es un tema de enorme relevancia en el estudio de la prehistoria y de la historia de la humanidad en términos generales.

La investigación arqueológica acuñó, para entender ese paso paulatino hacia las prácticas agrícolas, el concepto de continuum; una gradación desde la caza pura hasta la agricultura intensiva.

La identificación de tendencias específicas dentro de ese continuum fue el objetivo que motivó este estudio. Mediante técnicas de machine learning, el equipo de ingenieros analizó y clasificó todas las sociedades estudiadas para identificar patrones que permitan entender y abordar los sistemas de economías de subsistencia puestos en práctica.

“Ha sido a través de los datos etnográficos como hemos observado una estructura dentro del continuum. Hemos hallado en total siete tipos económicos que clasifican a las sociedades no industriales en diferentes tipos: aquellas con predominancia de la caza, otras con una agricultura predominante, sociedades que combinan ambas opciones y otras en donde la importancia que tienen la pesca y las economías mixtas es notable”, declara Débora Zurro, investigadora del CSIC en la IMF y una de las autoras del artículo.

Diversidad de estrategias en economías de subsistencia

El análisis realizado en este trabajo demuestra la existencia de varios tipos de economías mixtas, que constituyen el 25% de los casos recogidos, así como el importante papel de la pesca en el desarrollo de alternativas viables al cultivo en numerosas sociedades. Los autores han identificado la llamada whole spectra economy, que implica un uso en proporción homogénea de todas las estrategias.

El estudio muestra cómo la realidad es más compleja y diversa de lo que en un principio se enseña, al revelar la gran diversidad de formas que toman las economías de subsistencia y que puede observarse tanto a nivel económico como cultural. Tal como explica Débora Zurro “las sociedades humanas son muy innovadoras a la hora de implementar su vida y de utilizar los recursos. El ser humano es muy creativo y esto es importante a la hora de superar crisis: siempre encontramos soluciones, mejores o peores, pero las encontramos”.

El estudio demuestra la alta variabilidad a nivel económico y un comportamiento humano complejo. “Este tipo de estudios nos llevan a replantear los fundamentos teóricos de cómo se aborda la historia. Todas las estrategias son válidas dentro de su contexto concreto”. La combinación de las diferentes estrategias depende del conocimiento del medio que tenga cada sociedad y de cómo estas gestionan el riesgo que supone su práctica.

Importancia de las investigaciones multidisciplinares

Para llevar a cabo esta investigación ha resultado fundamental la unión entre las humanidades y las ciencias sociales computacionales. El equipo ha estado compuesto por Débora Zurro y Jorge Caro, ambos arqueólogos, y por Virginia Ahedo y José Manuel Galán en la vertiente computacional.

Investigaciones interdisciplinares como esta ayudan a abordar la realidad arqueológica desde una nueva perspectiva que hace posible el planteamiento de nuevas tesis que eviten los tópicos que nos han condicionado a la hora de interpretar los restos arqueológicos y la prehistoria. Débora Zurro concluye que “se habla mucho del término ‘innovar’ en el terreno de la ingeniería, o al referirnos a objetos de consumo, pero también hay espacio para innovar en ciencias humanas y sociales, en sus planteamientos y metodologías, tal y como muestra esta investigación”.

Virginia Ahedo. Débora Zurro. Jorge Caro. José Manuel Galán. 2021. Let’s go fishing: A quantitative analysis of subsistence choices with a special focus on mixed economies among small-scale societies. PLOS ONE. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0254539

Lydia Gallego Barco / Comunicación Delegación CSIC Cataluña

El mapa muestra la distribución de los distintos grupos económicos en los biomas terrestres

El mapa muestra la distribución de los distintos grupos económicos en los biomas terrestres.