El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo conocidos para el desarrollo de cáncer, especialmente de carcinoma hepatocelular o CHC. A pesar de las importantes mejoras terapéuticas en los últimos 20 años, las opciones de tratamiento eficaces se limitan principalmente a los estadios iniciales de la enfermedad. Lamentablemente, el arsenal terapéutico para el CHC es limitado, ineficaz y está sujeto a quimiorresistencia por mecanismos poco conocidos.
En un reciente estudio publicado en el Journal of Hepatology, con Laura Conde de la Rosa como primera autora, científicos del Instituto de Investigaciones biomédicas de Barcelona (IIBB) del CSIC han descubierto el papel crítico de la proteína STARD1 en el desarrollo de CHC como consecuencia de la esteatohepatitis no alcohólica o EHNA. EHNA es una etapa avanzada de la enfermedad del hígado graso, caracterizada por inflamación y fibrosis y es una de las principales causas de cirrosis hepática. Se prevé que el CHC debido a esta enfermedad aumente en todo el mundo en los próximos años, dado que está asociada a la creciente prevalencia de obesidad y diabetes de tipo 2 a nivel global.
STARD1: una proteína esencial
La proteína STARD1 es responsable de transportar colesterol hacia la membrana interna de la mitocondria, orgánulo celular que genera la mayor parte de la energía necesaria para la maquinaria celular.
En el trabajo, el equipo liderado por el científico del CSIC José C. Fernández-Checa revela que en pacientes con CHC se produce una sobreexpresión de la proteína STARD1, la cual a su vez promueve la síntesis anormalmente elevada de ácidos biliares (AsB) a través de la mitocondria. Dichos ácidos biliares, a su vez, estimulan genes relacionados con la aparición de tumores.
Los ácidos biliares, explican los científicos, además de contribuir a la formación de la bilis y la digestión de las grasas, actúan como moléculas de señalización y modulan la aparición de nuevos tumores hepáticos.
En experimentos en laboratorio, los científicos han confirmado que la sobreexpresión de STARD1 en ratones aumentó la multiplicación de los tumores hepáticos, mientras que la supresión de STARD1 específica de los hepatocitos redujo la carga tumoral.
Este estudio ha estado coordinado por José C. Fernández-Checa, líder del grupo “Regulación mitocondrial de la muerte celular” del IIBB-CSIC, en colaboración con Michael Karin de la Universidad de California San Diego.
Estos hallazgos pueden tener una potencial relevancia clínica y traslacional, al identificar a STARD1 como un nuevo actor en el desarrollo del carcinoma hepatocelular, y permitiría estudiar nuevas vías futuras de tratamiento.
Artículo de referencia:
Conde de la Rosa L, Garcia-Ruiz C, Vallejo C, Baulies A, Nuñez S, Monte MJ, Marin JJG, Baila-Rueda L, Cenarro A, Civeira F, Fuster J, Garcia-Valdecasas JC, Ferrer J, Karin M, Ribas V, Fernandez-Checa JC. STARD1 promotes NASH-driven HCC by sustaining the generation of bile acids through the alternative mitochondrial pathway. J Hepatol, in press
https://doi.org/10.1016/j.jhep.2021.01.028

Esquema del papel de la proteína STARD1.